Hay algo en lo que Zara es notablemente diferente a muchas otras marcas de moda globalmente reconocidas: su ausencia de publicidad tradicional.
Aunque parece contradictorio para una marca tan exitosa, Zara ha construido su imperio sin recurrir a las campañas de publicidad en medios tradicionales como la televisión, la radio o la prensa escrita. Solo hemos visto alguna excepción en fechas de rebajas, pero, en general, la marca ha decidido no invertir en publicidad tradicional.
Entonces, ¿cuál puede ser la razón de esta estrategia? Es bastante simple: Zara opta por invertir en su estrategia de marketing inmobiliario. En lugar de gastar grandes sumas de dinero en campañas publicitarias, prefiere ubicar sus tiendas en las calles más comerciales y prestigiosas de las ciudades más importantes del mundo. Esta estrategia de localización privilegiada es esencialmente una forma de publicidad en sí misma. Las tiendas son grandes, elegantes y están ubicadas en lugares estratégicos, actuando como un poderoso imán para los clientes potenciales.
Además, al evitar la publicidad tradicional, ahorra en costes y tiene grandes cantidades de dinero que puede reinvertir en otras áreas de su negocio, como la producción de alta calidad, la logística rápida y la innovación en diseño. Esta estrategia ha permitido a mantener su imagen de marca exclusiva y deseable, a la vez que ofrece productos a precios competitivos.
Sin embargo, si es cierto que ha comenzado a adaptarse a las tendencias modernas del marketing digital. Por ejemplo, en 2022 la marca comenzó a trabajar con influencers, con Marta Sierra siendo la primera en promocionar la marca. Esto demuestra que, aunque Zara puede tener una postura diferente en cuanto a la publicidad tradicional, la marca sigue estando dispuesta a innovar y adaptarse a las nuevas formas de conectar con su público.
