Imagina que has hecho una compra en Shein. Has recibido ese vestido, junto con otras prendas, que lucía perfecto en las imágenes de la página web. Sin embargo, al tener el vestido en tus manos, te das cuenta de que no cumple con tus expectativas. Así que tomas la decisión de devolverlo. Sigues todas las instrucciones detalladas para gestionar la devolución, y es en este punto donde la situación comienza a tomar un giro inesperado.
De repente, te encuentras con un mensaje en Shein.com que te dice que la plataforma te ofrece la posibilidad de quedarte con el vestido y recibir un reembolso. Este reembolso que en teoría es una cantidad parcial, sin embargo, es el total de lo que cuesta la prenda. ¿Cómo es posible? ¿Qué significa esto? Y, sobre todo, ¿qué debes hacer a continuación?
📌 Índice de contenido
¿Qué es este reembolso parcial de Shein?
El reembolso parcial es una modalidad que ha sido diseñada para simplificar el procedimiento de devolución. Básicamente, esta opción te permite conservar el artículo que en un principio deseabas retornar, y adicionalmente, te reintegra la cantidad completo de la prenda.
¿Cómo funciona?
Cuando decides devolver un artículo, el primer paso es ir a la sección de pedidos y marcar el producto que quieras devolver. En este punto, la marca puede ofrecerte un reembolso parcial. Si aceptas, recibirás parte del dinero que pagaste, y podrás quedarte con el artículo. Si prefieres devolver el artículo, deberás seguir con el proceso normal de devolución.
¿Qué ocurre si ya han procesado el reembolso?
Es posible que, incluso si has optado por la devolución completa del artículo, descubras que Shein ya ha procesado un reembolso en tu cuenta. Si esto ocurre, y aún posees el artículo, es probable que la marca haya asumido que aceptas el reembolso parcial. En este caso, puedes quedarte con el artículo sin necesidad de tomar ninguna acción adicional.
¿Por qué Shein actúa de esta manera?
Principalmente porque le supone mucho gasto y es que gestionar devoluciones es un proceso costoso para las empresas. Incluye gastos de envío, manipulación, reempaquetado y almacenamiento. En ocasiones, el coste de la devolución puede ser mayor que el valor del producto en sí, especialmente cuando se trata de artículos de bajo coste.