Recientemente, se ha desatado una ola de rumores y debates en grupos de Facebook y otras redes sociales sobre la supuesta toxicidad de la ropa que vende Shein, el gigante del comercio electrónico de moda. Ante tales afirmaciones, es lógico preguntarse: ¿es realmente tóxica la ropa que compramos en Shein? Para responder a esta inquietud, nos adentramos en los detalles de este asunto.
📌 Índice de contenido
Los hallazgos de Greenpeace
La controversia sobre la posible toxicidad de la ropa de Shein surge de un estudio realizado por la organización ecologista Greenpeace en Alemania. La entidad analizó varias prendas procedentes de la plataforma china y los resultados de dicho informe indican que los productos presentaban unos niveles de plástico algo elevados.
Específicamente, encontraron una mayor cantidad de DEHP en botas y zapatos. Esta sustancia química se utiliza para que el plástico se vuelva más flexible. Además, el estudio sostiene que el 15 por ciento de la ropa y complementos analizados contenían ciertas sustancias químicas que podrían llegar a ser peligrosas.
La respuesta de Shein
En respuesta a las conclusiones del informe de Greenpeace, la compañía asiática se pronunció afirmando que toman muy en serio los controles y normas que impone Europa. Aseguran que sus productos pasan por rigurosos controles de seguridad y que trabajan constantemente para garantizar la conformidad con todos los estándares de seguridad y salud. Además iban a analizar esos productos y retirarlos de momento del mercado.
¿Son tóxicas las prendas de Shein?
Aunque ciertas prendas pueden contener niveles ligeramente más altos de algunas sustancias químicas, esto no necesariamente implica que sean tóxicas o perjudiciales para las personas o el medio ambiente. No obstante, como consumidores, siempre es beneficioso estar informados y tomar decisiones de compra conscientes.
¿Cómo identificar aquella ropa que puede llegar a tener estos elementos nocivos?
La incertidumbre en torno a la ropa y sus posibles elementos nocivos puede ser preocupante. Sin embargo, hay formas de identificar estas prendas antes de realizar la compra. Una de ellas es prestar atención a la composición de la prenda que se muestra en la descripción del producto.
Los ftalatos, el níquel y los formaldehídos son sustancias que se han asociado con posibles efectos negativos sobre la salud. Pueden provocar reacciones alérgicas o actuar como disruptores endocrinos, y se bioacumulan en el medio ambiente. Por lo tanto, si ves estos componentes en la descripción de una prenda, es aconsejable reconsiderar la compra o, al menos, informarte más sobre los posibles efectos de estas sustancias.
Es importante mencionar que la presencia de estas sustancias no significa necesariamente que la prenda vaya a ser perjudicial para la salud. Muchos factores pueden influir, como la concentración de la sustancia, el tiempo y el tipo de contacto con la piel, entre otros. Además, las regulaciones europeas establecen límites para estas sustancias en productos textiles.