Cuando nos referimos a una blusa y/o camisa, son dos prendas similares en el corte si tomamos el imaginario social como verdad única: que no son distintas; que la diferencia de nombrarlas radica en cuestiones generacionales o de residencia; o hasta cuál sería la importancia de diferir entre uno y otro término. Pero, si tomamos el lenguaje de la moda, la realidad es que tanto una blusa como una camisa tienen características muy particulares que conllevan a que sean dos cortes muy distinguidos.
Si buscamos la definición en la Real Academia Española (RAE), la blusa dice ser una “prenda abierta similar a la camisa que utilizan mujeres y niños, y que cubre la parte superior del cuerpo”. Se observa en primer lugar una distinción de género con respecto a quiénes la usan. También hace referencia a que es una prenda holgada con mangas que pueden tener diferentes largos. Puede contar con aberturas verticales como no, tanto en el frente como en la espalda y es confeccionada en su mayoría por materiales livianos y ligeros, así como puede contar con un cuello o no.
Además, existen diferentes tipos de blusas sea la ocasión para usarlas. De uso diario, hechas con textiles similares al de las camisas, pero los cuellos y mangas marcan la diferencia; estilo clásico, difieren por contar elementos de decoración –volados, pliegues, entre otros- y los diseños de las mangas son inusuales; estilo elegante, hechos con tejidos particulares como encaje, terciopelo, brocado, entre otros y son de compleja confección y originales.
En cambio, el término camisa es mucho más amplio y comprende más de una definición según el uso que se le vaya a dar. Si cuentan con una característica fundamental del corte: tiene cuello que debe ir para abajo y estar abotonada en el frente. La RAE la define como una “prenda de vestir que cubre el torso (…)”; que, a diferencia de la blusa, no menciona cuestiones de género sobre quién suelen usarlas; pero sí connota que su uso es para ocasiones con una formalidad determinada. Aunque si hace hincapié en la confección cuando se trata de hombres o mujeres, siendo para el primer destinatario una prenda más ancha y recta.
Las mangas pueden ser largas o cortas. Cuando se refiere a mangas largas son destinadas para ocasiones más elegantes, mientras que las mangas cortas para momentos más informales.