Como consumidores cada vez más conscientes y preocupados, nos importa conocer el origen de los productos que adquirimos. Si eres un cliente habitual de H&M, es probable que en más de una ocasión hayas deslizado tus dedos por la suavidad de una camiseta, apreciado el color brillante de un par de jeans o admirado el estilizado diseño de un vestido, y te hayas preguntado cual es su procedencia, como ha sido su fabricación, quiénes son las manos que han dado vida a estas prendas y por supuesto que implicaciones medioambientales y laborales tiene su producción.
En este sentido, resulta crucial hacer un recorrido por las geografías que la ropa de H&M atraviesa antes de llegar a nuestras manos. La marca tiene una increíble red de proveedores diseminada en todo el mundo, con énfasis en Asia, donde se encuentran la mayoría de sus fabricantes. Sin embargo, también mantiene una presencia notable en Europa y algunos puntos de África.
Comenzamos nuestro viaje en China, donde H&M cuenta con la asombrosa cifra de 621 proveedores, seguida de Bangladés con 260 y la India con 233. Estos tres países asiáticos son los epicentros de la producción de la marca, probablemente debido a su capacidad para proporcionar mano de obra a gran escala y a bajo coste. Otros países de la región, como Indonesia, con 81 proveedores, Myanmar, con 44, y Vietnam, con 49, también juegan un papel importante en la cadena de suministro.
En el caso de Europa, Italia destaca con 92 proveedores, seguida de Turquía con 142 y Portugal con 73. Alemania, Francia, Suecia, España, Polonia, Rumanía y Bulgaria también contribuyen a la confección de las prendas que la firma de moda distribuye en todo el mundo.
Finalmente, en África, ha establecido un pequeño pero significativo número de relaciones con proveedores en Etiopía, contando con 12 fábricas en el país.
Si bien estos números nos permiten vislumbrar la extensa red de producción de H&M, es esencial que como consumidores también nos preguntemos por las condiciones laborales y ambientales en estas fábricas. La marca ha demostrado una preocupación por estas cuestiones, implementando programas de auditoría para garantizar que sus proveedores cumplan con las leyes laborales locales y estándares internacionales, y estableciendo objetivos para reducir su impacto ambiental.